El camino conjunto se inicia desde la inquietud personal e incomodidad colectiva, buscando sostenerse en una era declarada como incierta, donde literalmente todo es incierto, incluyendo algo de lo cual no se conversaba mayormente: la identidad. La masculinidad vivó sin ser tocada por la palabra, y si lo fue era de manera escondida, porque si no era en un cierto formato fue relegada, marginalizada y excluida.